Los números se dispararon por la pantalla de su ordenador, despedazando sin piedad las imágenes que antes comtemplaba en sus correspondientes bits. De repente todos los aparatos electrónicos empezaron a fallar y volverse en su contra. Sintió un súbito pinchazo en el cuello, abrió los ojos. Se había cortado con la maquinilla de afeitar.
-Me vuelvo otra vez a la cuchilla.
Jajaja. Es muy bueno. Me recuerda a un sketch que hice una vez: era un hombre gruñón que subía a un avión y pensaba que las azafatas y todo en general estaba en su contra. Mientras el avión perdía motores y tal el hombre se quejaba. Y cuando por fin decían que, sin remedio, iban a estrellarse y los demás pasajeros estaban histéricos, el hombre se levantaba y gritaba: "¡OS VOY A DEMANDAR!!"
ResponderEliminarMe encantan estos minirelatos. Creo que yo no sería capaz de hacerlos nunca (tiendo a hablar/escribir demasiado).
Sigue bien ;)
Estremecedor... como todo =D
ResponderEliminarya falta menos!!!!
bsts