domingo, 10 de mayo de 2009

La vida por el sumidero


Amaneció dolorido, asomado al acantilado de un sumidero encharcado de alcohol, jugos gástricos y bilis. Sintió una molestia en el brazó, miró a un lado y vio una jeringuilla saludándole desde el suelo.
-Joder... puta mierda... -se puso en pie y se propuso alcanzar el reflejo del espejo, quedo pálido- ¿es la...?
-Muerte -concluyó una voz sepulcral.

-Otro yonki más en esta mierda de baño... y encima no se mueve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario