martes, 19 de mayo de 2009
Notas prisioneras
Siguió aquellas notas por toda la casa desierta. Atravesó pasillos y habitaciones para encontrar el origen de aquella melodía. Cansado de caminar, a punto de rendirse, sen encontró frente a un piano que se movía solo. Cuando se sentó y lo tocó se quedó aún más prendido de la dulcse sonata, y nunca más pudo volver a levantarse.
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Qué bueno, tío...
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