lunes, 15 de junio de 2009

Color carmín


Remilgos color de rosa y unos labios con carmín. Desistió el vestido de cubrir con su insuficiencia los desbordes que ella ofrecía sin recatos. Se movía como pez en el agua por las reuniones de más alto standing y por los más bajos fondos. Había aprendido a decir sí, y eso la ayudaba bastante. Era, aunque no lo parecía, la esposa de un juez.

sábado, 13 de junio de 2009

El espejo con cuernos


Miró su reflejo, no se reconocía. Era mayor, mucho mayor, como si los años lo hubieran devorado rápidamente. Casi podía sentir el cansancio que traía consigo esa edad, el dolor de huesos y las muchas enfermedades que aguardarían en los años que le quedaban por recorrer hasta ahí. No lo soportó más y se separó del espejo, buscando algún otro consuelo. Al hacerlo, el diablo salió también. Y no, no era viejo.

miércoles, 10 de junio de 2009

Cansancio


Estaba cansado, muy cansado. Llevaba días caminando sobre terreno árido, y las fuerzas le iban fallando. Aún así, daba pasos. Se arrastraba como podía, rasgándose contra el suelo. Aún sangrante siguió adelante, pues poco le quedaba para su destino. Al final, ¿sabéis qué? Actualizó.

martes, 9 de junio de 2009

¡Llego tarde!


Una pierna detrás de otra. Más rápido cada vez. Las dos en el aire, un instante en el suelo, entendido como dx/dt, y otra vez volando. Esquiva a un lado, gira a la otra. Miras el reloj, de cadena como no. Llegas tarde. Un requiebro para evitar a alguien que va en dirección contraria, vuelta sobre ti mismo para otro. Llegas tarde al conejo, no el conejo.

lunes, 8 de junio de 2009

Necesario


Corría en el rumbo que le marcaban. Siempre resultaba aleatorio, a veces sorprendente, a veces no. Dependía de los demás y no dependía de ellos en la misma medida que dependía de sí mismo y no lo hacía. Su labor era totalmente imprescindible. Era jugador de fútbol, y le pagaban una millonada.

domingo, 7 de junio de 2009

El camino


Fue corriendo durante un camino largo, tan largo como quiso. Luego saltó a un lado, el que él escogió. Más tarde fue bailando hasta su siguiente destino, y llegó hasta a caminar de espaldas. ¿Qué importa más que la alegría y la felicidad?

sábado, 6 de junio de 2009

Otra más


Era una más entre las cientos, miles de ellas que allí se congregaban. Todas iguales, todas alineadas. No había ninguna que se moviese si no lo hacía la de al lado, y viceversa. Se ordenaban a la perfección, amoldándose al equilibrio existente. Sin embargo, ella se sentía especial. Siempre se había creído diferente, y cuando le llegó su turno se cercioró de ello. La última gota en la garganta siempre es única.

viernes, 5 de junio de 2009

Libertad restringida


Hacía tiempo que zarpó, rumbo destierro. Brillo de sol, sabor de sal y olor de madera enmohecida. Libertad en quinientos metros cuadrados. Por nasiar más, va a tener lo que esperaba. Dos metros de largo de madera y dos mil de profundidad de agua, exactamente hasta el fondo marino.

jueves, 4 de junio de 2009

Huelga de colores


Siempre le tocaba a él hacerlo todo. Había muchos otros del mismo tipo, o mejores. Muchos capaces de realizar su labor. Si todavía se alternaran, pero no, siempre el mismo. Un dí ae cansó y decidió ponerse en huelga. El bolígrafo sin tinta se fue a la basura y el estudiante cogió otro.

miércoles, 3 de junio de 2009

La ciudad blanca


Arlum-Narthy, la ciudad iluminada la llamaban. Era enorme, sus casas blancas impolutas y sus habitantes llenos de la soberbia que da la seguridad en sus murallas y en su conocimiento. Un día hubo un terromoto. La ciudad tembló, los habitantes gritaron y el cielo rugió de furia y justicia roja en color. El único edificio que permaneció en pie de aquél olvidado lugar fue una pequeña cabaña de cáñamo a la orilla del río, fuera de las murallas.

martes, 2 de junio de 2009

Común adicción


Soy adicto, lo reconozco. Cada vez que veo esa sustancia en una aguja se me acelera el pulso y me siento mal. Sólo pensar en ella despierta mis instintos más primarios y hace que un sudor frío resbale por mi espalda. Lo reconozco, soy adicto a la sangre, no puedo vivir sin ella.

lunes, 1 de junio de 2009

Angustia de ensueño


Agua por todas partes, un mar embravecido, luces rojas y azules que no distinguía, ruidos en otro idioma y gente con la cara pintada de oscuro, todos angustiados. Una sacudida más y se despertó en la cuna. No sabía la suerte que tenía.