Estaba lloviendo así que entró en aquél caserón tétrico y abandonado. En la mesa de la cocina encontró un hacha, que cogió para protegerse, pues no sabía qué podría hallar allí. Una máscara de verdugo, negra y raída, le esperaba en la barandilla de las escaleras que conducían al sótano, y en cuanto bajó las escalera se encontró preso. Se puso a ejercer la profesión y papel que le habían sido en aquella obra de teatro de la vida.
jueves, 21 de mayo de 2009
No lleves el amarillo
Estaba lloviendo así que entró en aquél caserón tétrico y abandonado. En la mesa de la cocina encontró un hacha, que cogió para protegerse, pues no sabía qué podría hallar allí. Una máscara de verdugo, negra y raída, le esperaba en la barandilla de las escaleras que conducían al sótano, y en cuanto bajó las escalera se encontró preso. Se puso a ejercer la profesión y papel que le habían sido en aquella obra de teatro de la vida.
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Me acabo de dar cuenta de que ayer estabas muy imperativo negativo: que si no trabajes, que si no lleves amarillo... Qué exigente! XD
ResponderEliminarPD: Te envidio mucho. Yo quiero saber hacer estas cositas cortísimas todos los días.
Mola, pero qué yuyu.
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