martes, 9 de junio de 2009

¡Llego tarde!


Una pierna detrás de otra. Más rápido cada vez. Las dos en el aire, un instante en el suelo, entendido como dx/dt, y otra vez volando. Esquiva a un lado, gira a la otra. Miras el reloj, de cadena como no. Llegas tarde. Un requiebro para evitar a alguien que va en dirección contraria, vuelta sobre ti mismo para otro. Llegas tarde al conejo, no el conejo.

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